Permaneció en mi teléfono durante tanto tiempo, tanto tiempo que ni siquiera podía abrirlo. La pantalla se volvió negra, negra y viceversa una y otra vez. No sé qué me impidió borrarlo y no sé qué lo mantuvo en mi teléfono, pero esta noche, me alegro mucho de que estés aquí.
Por cierto, en realidad siempre pensé que la rana era una niña, pero ahora sé que es un niño, un niño muy lindo, con solo unas pocas palabras de diálogo, cobró vida en la página.
Él no lo sabía, pero también me consoló.
Ah, y hay conejos. Gracias, Robot Rabbit.
Gracias
Lo he jugado muchas veces y sigo pensando que este juego es genial.
Oh, parece que siento que no puedo afrontar mis propios defectos.