Después de que Trump sea elegido presidente de Estados Unidos, la industria de la inteligencia artificial puede enfrentar cambios importantes. Su promesa de campaña implica un ajuste importante a las políticas regulatorias actuales de inteligencia artificial, lo que tendrá un profundo impacto en el desarrollo de la inteligencia artificial en Estados Unidos y en todo el mundo. Los editores de Downcodes analizarán los posibles cambios de políticas de la administración Trump y su impacto en la industria de la inteligencia artificial, incluida la desregulación regulatoria, el aumento de la regulación a nivel estatal y el impacto de la geopolítica internacional.
La victoria de Trump presagia cambios potencialmente significativos para la industria de la inteligencia artificial. Trump ha dicho repetidamente que planea desmantelar el marco de políticas de inteligencia artificial de Biden desde el "primer día", alineándose con quienes han criticado duramente a los reguladores por todas las regulaciones, excepto las más ligeras.
La política de inteligencia artificial de Biden entra en vigor mediante la orden ejecutiva "Orden Ejecutiva de Inteligencia Artificial" aprobada en octubre de 2023. La orden cubre todo, desde promover el desarrollo de la inteligencia artificial en la atención médica hasta desarrollar pautas destinadas a reducir el riesgo de robo de propiedad intelectual.
Pero los aliados de Trump criticaron los requisitos de presentación de informes de la orden por ser onerosos y obligar efectivamente a las empresas a revelar sus secretos comerciales. También equiparan el trabajo del NIST sobre inteligencia artificial con la censura del discurso conservador.
Trump se comprometió a desarrollar políticas para el "desarrollo de inteligencia artificial basado en la libertad de expresión y el florecimiento humano", pero se negó a dar detalles. Algunos republicanos han dicho que quieren que el NIST se centre en los riesgos de seguridad física de la inteligencia artificial, incluida su capacidad para ayudar a los adversarios a crear armas biológicas.
Una victoria de Trump podría presagiar un régimen regulatorio más flexible, uno que se basaría en la aplicación de las leyes existentes en lugar de la creación de otras nuevas. Sin embargo, podría alentar a los gobiernos estatales, especialmente a los bastiones demócratas como California, a intentar llenar el vacío.
Los esfuerzos liderados por el Estado están en marcha. En marzo, Tennessee aprobó una ley que protege a los actores de voz de la clonación de inteligencia artificial. Este verano, Colorado adoptó un enfoque estratificado y basado en riesgos para la implementación de la IA. En septiembre, el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó docenas de proyectos de ley de seguridad relacionados con la IA, algunos de los cuales exigen que las empresas publiquen detalles sobre su formación en IA.
Sólo este año, los responsables de la formulación de políticas nacionales han propuesto casi 700 leyes sobre IA. Las políticas proteccionistas de Trump pueden tener implicaciones para la regulación de la IA. Espera que la administración Trump imponga controles de exportación más estrictos a China, incluida la tecnología necesaria para desarrollar inteligencia artificial.
Anteriormente, la administración Biden emitió múltiples prohibiciones de exportación de chips y modelos de inteligencia artificial. Pero, según se informa, algunas empresas chinas están explotando vulnerabilidades para acceder a estas herramientas a través de servicios en la nube.
"Si bien la situación actual exige una mayor cooperación global, los nuevos controles conducirán a usos más autoritarios y opresivos de la IA en todo el mundo", afirmó Ekbia. "Esto tendrá enormes implicaciones políticas y geopolíticas, lo que conducirá a usos más autoritarios y opresivos de la IA en todo el mundo".
Además, Sandra Wachter, profesora de ética de datos en el Oxford Internet Institute, pidió a los reguladores, independientemente de su afiliación política, que no ignoren las oportunidades y los peligros que plantea la inteligencia artificial.
"No importa en qué parte del espectro político te encuentres, estos riesgos existen", afirmó. “Estos daños no respetan la geografía ni las divisiones partidistas. Sólo me queda esperar que la gobernanza de la IA no se convierta en una cuestión partidista: es una cuestión que nos afecta a todos, en todas partes. Todos debemos trabajar juntos para encontrar buenas soluciones globales”.
Considerándolo todo, la dirección de la política de inteligencia artificial bajo la administración Trump está llena de incertidumbre y su impacto se sentirá en todo el mundo. La relajación de la supervisión y el fortalecimiento de la supervisión a nivel estatal coexisten, y el juego de la geopolítica internacional también afectará profundamente el desarrollo y la aplicación de la tecnología de inteligencia artificial. La dirección futura del campo de la inteligencia artificial requiere atención continua y una respuesta cuidadosa.