El rápido desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial ha traído muchas ventajas, pero también ha planteado muchas cuestiones legales y éticas, especialmente en términos de derechos de autor. Este artículo se centrará en la demanda iniciada por la organización alemana de derechos de autor de música GEMA contra OpenAI y explorará su impacto de gran alcance en la industria de la IA y la protección de la propiedad intelectual. El editor de Downcodes le brindará un análisis en profundidad de este evento histórico.
Hoy en día, con el rápido desarrollo de la inteligencia artificial, las cuestiones de derechos de autor se están convirtiendo en un nuevo desafío al que se enfrentan las empresas de IA. El 13 de noviembre de 2024, la organización alemana de derechos de autor de música GEMA presentó una demanda contra OpenAI en el Tribunal de Distrito de Munich, convirtiéndose en la primera organización de gestión colectiva de derechos de autor del mundo en emprender acciones legales contra un proveedor de IA.
GEMA señaló que ChatGPT de OpenAI copió y utilizó contenido lírico protegido por derechos de autor sin obtener el permiso adecuado ni pagar regalías. La demanda se dirige tanto a OpenAI LLC en Estados Unidos como a OpenAI Ireland Ltd, responsable de los negocios europeos.
El Dr. Tobias Holzmüller, director general de GEMA, subraya: Los trabajos de nuestros miembros no son materia prima gratuita para los modelos de negocio de las empresas de IA. Según una investigación de GEMA, los servicios de IA generativa pueden costar a los compositores hasta el 27% de sus ingresos. Para los miembros de GEMA y de la organización francesa de derechos de autor SACEM, esto significa pérdidas potenciales de hasta 2.700 millones de euros hasta 2028. La encuesta también mostró que el 71% de los creadores cree que la IA está amenazando su estabilidad financiera.
La demanda va más allá del uso de letras y probablemente afecte la forma en que las empresas de inteligencia artificial manejan todo tipo de contenido protegido, incluidos los servicios de generación de archivos de audio sin licencia. GEMA destacó particularmente las diferencias entre los sistemas legales de EE. UU. y Europa: si bien los tribunales de EE. UU. pueden aceptar la defensa del uso legítimo y permitir ciertos usos gratuitos, las regulaciones europeas son más estrictas y requieren que las empresas de inteligencia artificial obtengan autorización del propietario de los derechos de autor para utilizar obras protegidas. .
Para abordar este problema, GEMA propuso recientemente un marco de licencia de sistemas de IA que requiere que los modelos de IA paguen el 30% de los ingresos netos en concepto de regalías. Este plan cubre tanto la formación inicial de la IA como el uso posterior de contenidos musicales generados por la IA, con el objetivo de garantizar que los creadores puedan recibir una compensación razonable por todos los beneficios comerciales que aportan sus obras.
Aunque OpenAI ganó recientemente una demanda por derechos de autor contra una organización de noticias en los Estados Unidos basándose en una defensa de uso legítimo, el entorno legal sigue siendo complejo en lo que respecta al entrenamiento, la generación y el uso de datos protegidos por derechos de autor en IA. El resultado de esta demanda puede tener un profundo impacto en el desarrollo futuro de la industria de la IA, especialmente en términos de cómo equilibrar la innovación tecnológica y la protección de la propiedad intelectual.
Este pleito entre GEMA y OpenAI marca el inicio oficial del conflicto entre el desarrollo de la inteligencia artificial y la protección de los derechos de propiedad intelectual. El resultado final tendrá un profundo impacto en la dirección del desarrollo futuro de la industria de la IA y la mejora del marco legal global de propiedad intelectual, y merece atención continua. El editor de Downcodes continuará dando seguimiento e informando sobre los últimos avances.