En la era del auge de la inteligencia artificial, el trabajo de anotación de datos se ha convertido en una nueva forma para que los jóvenes de muchos países en desarrollo busquen oportunidades de empleo. Sin embargo, a través de una encuesta entre jóvenes anotadores de datos en Kenia, el editor de Downcodes descubrió que detrás de esta industria aparentemente glamorosa se esconde la dura realidad de los bajos salarios, la alta presión y los problemas de salud mental. Se enfrentan cada día a una gran cantidad de contenidos perturbadores y están sometidos a una enorme presión psicológica, pero no reciben la protección y el apoyo adecuados. Este artículo profundizará en la difícil situación de los jóvenes anotadores de datos en Kenia y revelará los desafíos y esperanzas que enfrentan en la era de la inteligencia artificial.
En Kenia, cada vez más jóvenes se sienten atraídos por la emergente industria de la inteligencia artificial y se unen al trabajo de anotación de datos. Este trabajo suena genial, pero en realidad contiene mucha amargura desconocida. Muchos jóvenes trabajan duro en esta industria e intentan cambiar su destino a través del trabajo, pero se encuentran en un entorno de bajos salarios, alta presión y angustia psicológica.
Nota sobre la fuente de la imagen: la imagen es generada por AI y el proveedor de servicios de autorización de imágenes Midjourney
En una oficina de Nairobi, Naftali Wambalo, un licenciado en matemáticas, está ocupado etiquetando miles de imágenes y vídeos. Su trabajo es enseñar a la IA a reconocer objetos en imágenes, como decirle a la máquina "esto es un televisor" o "aquello es un refrigerador". Suena simple, pero en realidad le toma ocho horas completas al día, lo cual es angustioso y estresante.
"Mi salario es de sólo 2 dólares por hora y mi vida es muy difícil", dijo Naftali con impotencia. Como muchos de sus colegas, trabaja para grandes empresas tecnológicas como Meta y OpenAI a través de empresas de subcontratación. Estas empresas de subcontratación tienen como objetivo la maximización de beneficios. Aunque trabajan duro para la empresa, las recompensas que reciben son insignificantes. Nirima Wako-Ojiwa, una activista de derechos humanos de Kenia, incluso describió el trabajo como "esclavitud moderna".
Además de los bajos ingresos, también es preocupante el entorno laboral. Los trabajadores tuvieron que lidiar con contenidos extremadamente repugnantes y violentos, incluidas escenas de abuso infantil y suicidio. Este tipo de trabajo plantea enormes desafíos a su salud mental y, como resultado, muchos sufren un trauma psicológico. "Todos los días veo imágenes inquietantes que me asustan y me deprimen", dijo Naftali.
Aunque las empresas de subcontratación afirman brindar apoyo a la salud mental de sus empleados, Naftali y sus colegas consideran que este apoyo no es suficiente. "Necesitamos psiquiatras verdaderamente profesionales, no un apoyo casual", afirmó Naftali. Para mejorar la situación, cerca de 200 trabajadores han demandado conjuntamente a empresas de subcontratación y gigantes tecnológicos relacionados, acusando sus condiciones laborales de ser irrazonables y causar angustia mental.
Otro gran desafío al que se enfrentan estos jóvenes es la inseguridad laboral. Muchos contratos son de corta duración y algunos incluso se calculan diariamente, lo que les dificulta sentirse seguros en sus vidas. Nilima mencionó: “Nuestras leyes laborales son muy antiguas y no existe ninguna protección para los trabajadores digitales. Debido a esto, muchos jóvenes tienen que aceptar trabajos incluso en condiciones tan duras, obligados a llegar a fin de mes”.
A medida que más y más personas prestan atención a este tema, los trabajadores digitales en Kenia esperan cambiar su destino a través de medios legales. Están usando sus voces para llamar la atención de la sociedad sobre este tema. A pesar de sus difíciles circunstancias, estos jóvenes todavía luchan por una vida mejor y un trato más justo.
La difícil situación de los jóvenes anotadores de datos en Kenia pone de relieve los problemas sociales detrás del rápido desarrollo de la inteligencia artificial. Necesitamos prestar atención a sus derechos e intereses, promover un entorno laboral más justo y razonable, proteger su salud física y mental y construir juntos un futuro mejor.