El profesor de comunicaciones de la Universidad de Stanford, Jeff Hancock, ha atraído una amplia atención después de ser acusado de utilizar inteligencia artificial para falsificar testimonios en un caso que involucraba videos políticos falsificados. El caso, presentado por el Fiscal General de Minnesota, se centra en una ley recientemente aprobada que prohíbe los vídeos políticos deepfake, lo que ha puesto en duda la legalidad de la ley y su posible impacto en la libertad de expresión. El editor de Downcodes ofrecerá una interpretación detallada de este incidente y analizará su impacto en la integridad académica y la aplicación legal de la inteligencia artificial.
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El profesor Hancock presentó declaraciones de expertos en apoyo de la ley, pero citó investigaciones sin fundamento. El equipo legal señaló en un memorando de 36 páginas que el artículo de investigación citado por el profesor Hancock no existe en absoluto y que su contenido puede haber sido generado por inteligencia artificial. Detallaron su proceso de búsqueda y no lograron encontrar el estudio en múltiples fuentes.
En el memorando, los abogados detallaron sus intentos de encontrar el estudio, enfatizando que la información no se pudo encontrar en Internet ni en múltiples motores de búsqueda académicos. "No se puede encontrar un fragmento de este título en ninguna parte, ni siquiera en Google Scholar", dijeron los abogados cuestionaron el testimonio de Hancock, argumentando que podría haber sido generado por inteligencia artificial. El contenido falso afecta seriamente la credibilidad de la declaración.
Además, los abogados señalaron que la declaración de Hancock carecía de la metodología de investigación y la lógica analítica necesarias, lo que ponía en duda la credibilidad de toda la declaración. Argumentaron que si parte de la declaración era falsa, todo el testimonio debería considerarse poco fiable y pidieron al tribunal que lo excluyera de su consideración.
El incidente desató un debate generalizado sobre la integridad académica y la aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito jurídico. Actualmente, el caso aún se encuentra en proceso y la decisión final del tribunal aún no se ha determinado.
El resultado del caso del profesor Hancock tendrá un profundo impacto en la aplicación de la inteligencia artificial en el campo jurídico y también supondrá una llamada de atención a la comunidad académica sobre la importancia de la integridad académica. En el futuro, cómo identificar y prevenir eficazmente la información falsa generada por la inteligencia artificial se convertirá en un tema importante. Esperamos con interés el fallo final del tribunal y seguiremos prestando atención al desarrollo posterior de este incidente.