Elon Musk retiró su demanda contra OpenAI, que debía verse en San Francisco el miércoles, alegando que OpenAI violó su compromiso original sin fines de lucro y se desvió de su intención original de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de toda la humanidad. Musk cree que OpenAI ha llegado a una cooperación multimillonaria con Microsoft por intereses comerciales, desviándose de su intención original y perjudicando los intereses públicos. Esta medida desencadenó extensos debates sobre la dirección del desarrollo y las estrategias de comercialización de la inteligencia artificial, y una vez más puso a OpenAI en el centro de la atención del público.
Elon Musk retiró el martes su demanda contra OpenAI, que debía presentarse ante un juez de San Francisco el miércoles, pero fue retirada un día antes del juicio.
La demanda, presentada en febrero, acusa a OpenAI de incumplimiento de contrato. Musk afirma que OpenAI y sus ejecutivos han abandonado su misión original sin fines de lucro de desarrollar inteligencia artificial y ponerla a disposición del público de forma gratuita en beneficio de la humanidad. En cambio, dijo que la startup sucumbió a la codicia y antepuso los intereses comerciales al interés público, señalando como prueba su reciente alianza multimillonaria con Microsoft.
Los otros dos fundadores de OpenAI, el director ejecutivo Sam Altman y el presidente Greg Brockman, también están acusados. OpenAI niega las acusaciones de la demanda, calificándolas de "incoherentes" y "ridículas", según el Financial Times. La compañía publicó varios correos electrónicos de Musk en sus primeros días en una publicación de blog de marzo, en los que el magnate parecía reconocer la necesidad de buscar ganancias.
Las razones de la retirada de la demanda por parte de Musk y la futura dirección de OpenAI siguen siendo dignas de atención. Este incidente pone de relieve una vez más el equilibrio entre los intereses comerciales y los intereses públicos en el desarrollo de la inteligencia artificial.