En los últimos años, la tecnología de inteligencia artificial se ha desarrollado rápidamente y las formas en que se integra con la vida humana se han vuelto cada vez más diversas. Este artículo explorará el matrimonio de la artista Alicia Framis con una proyección holográfica de IA, así como el servicio de matrimonio virtual de personajes proporcionado por Gatebox, y analizará los fenómenos sociales y las consideraciones éticas provocadas por esta emergente "relación hombre-máquina". Estos incidentes han desencadenado extensos debates sobre la relación futura entre los humanos y la IA, que involucran múltiples niveles de emoción, ética y normas sociales. ¿Cómo deberíamos ver este nuevo tipo de asociación? ¿La aparición de compañeros de IA cambiará nuestra comprensión del amor y el matrimonio?
La artista holandesa Alicia Framis se está preparando para casarse con una proyección holográfica de IA que ella diseñó. El compañero de proyección AILex que creó muestra aventuras amorosas diarias y se entrena utilizando datos de su exnovio. Trató de pensar en los beneficios y problemas que surgirían de la combinación de humanos e IA. Gatebox ofrece servicios de bodas de personajes virtuales, ha celebrado 3000 bodas y está listo para conectarse a ChatGPT.
Los casos de Alicia Framis y Gatebox nos permiten ver la complejidad y posibilidad de la relación entre humanos y IA. Aunque la tecnología aún no está madura, estos intentos sin duda proporcionan nuevas ideas para el desarrollo futuro de las relaciones entre humanos y máquinas. Necesitamos pensar y discutir seriamente las cuestiones éticas y sociales de la coexistencia armoniosa de los humanos y la IA mientras se logra el progreso tecnológico, para garantizar que el desarrollo tecnológico pueda beneficiar verdaderamente a la humanidad.