El flujo de carga es el cálculo de red más importante en un sistema eléctrico. Los estudios de flujo de carga calculan la magnitud y el ángulo de voltaje en cada nodo, otras cantidades como la corriente, la potencia real y reactiva producida y absorbida en cada nodo, se pueden calcular las pérdidas de potencia [1–3]. Un estudio de flujo de carga calcula el comportamiento en estado estacionario de un sistema de energía. Esto es necesario para que el sistema funcione dentro de los límites del sistema. Estos límites de potencia, corriente y pérdidas que se producen se pueden fijar mediante el cálculo del flujo de carga. Estos cálculos son necesarios para muchas aplicaciones de control y planificación. Por ejemplo, siempre que sea necesario retirar cualquier equipo del sistema de energía en una red para mantenimiento, es importante saber si el sistema de energía aún puede funcionar dentro de los límites del sistema o si se requieren medidas adicionales. El sistema de energía debe ser n-1 seguro. Para analizar el concepto de seguridad n-1, es necesario estudiar el flujo de carga de un sistema. Esto significa que si algún componente falla, se puede calcular si el sistema funcionará dentro de los límites mediante un análisis de flujo de carga[1–3]. La demanda de energía en el mundo sigue aumentando. Así, el sistema energético está cada vez más interconectado. Un pequeño conjunto de fallos simultáneos puede propagarse por todo el sistema y provocar un apagón masivo. Por lo tanto, es importante proporcionar seguridad contra sobrecargas. Las fuentes de energía renovables (RES) generalmente producen energía que depende de las condiciones climáticas y es impredecible. Por eso es necesario integrarlo con fuentes de energía convencionales. La integración de FER con la red convencional también requiere un estudio intensivo del flujo de carga [1–3].