El presidente francés, Emmanuel Macron, ha criticado públicamente los videojuegos y las redes sociales por enseñar cosas malas a los jóvenes, y ha pedido a los padres que refuercen la supervisión para evitar que se vuelvan adictos a los juegos y las redes sociales y descuiden la vida real. Los comentarios provocaron una controversia generalizada, especialmente entre la comunidad de jugadores.
Sin embargo, no hace mucho, el 16 de septiembre, Macron publicó un largo artículo vía Twitter aclarando su posición. Dijo que sus críticas anteriores estaban dirigidas a la violencia en sí, no a los videojuegos. Le preocupa que los delincuentes puedan utilizar los videojuegos para restar importancia a la violencia de la vida real en las redes sociales.
Macron destacó la importancia de los videojuegos en la sociedad francesa, considerándolos una parte integral. Mencionó como ejemplo la serie "Assassin's Creed" desarrollada por una empresa de juegos francesa, señalando que los videojuegos no sólo crean oportunidades laborales, sino que también generan muchos talentos en la industria de los juegos y también logran los sueños y el futuro de los jóvenes.
Dijo que los videojuegos representan una cultura, una forma de entretenimiento y una especie de maravilla. Macron se comprometió a tomar acciones concretas para apoyar el desarrollo continuo de la industria de los videojuegos.