Recientemente, el Tribunal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York se pronunció sobre la demanda por infracción de derechos de autor presentada por Raw Story Media y AlterNet Media contra OpenAI, rechazando el reclamo del demandante. El editor de Downcodes realizará una interpretación en profundidad de este caso y analizará su impacto de gran alcance en el campo de la inteligencia artificial, especialmente la IA generativa y las cuestiones de derechos de autor. Este caso involucra cuestiones clave como la fuente de datos de capacitación y la propiedad de los derechos de autor de modelos lingüísticos a gran escala, y tiene un importante valor de referencia.
Raw Story y AlterNet son dos medios de noticias en línea principalmente de izquierda. Afirman que OpenAI utilizó los artículos de su sitio web para entrenar ChatGPT y otros modelos sin autorización, y eliminó la gestión de derechos de autor durante el proceso de uso. La eliminación o alteración no autorizada de CMI se considera una infracción de derechos de autor según la Sección 1202 (b) de la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA). Los demandantes argumentan que el hecho de que OpenAI no preservara esta información en el contenido generado resultó en una infracción de su trabajo.
La jueza Colleen McMahon, sin embargo, sostuvo que los demandantes no pudieron probar que la conducta de Open les causara un daño real específico, un requisito requerido para litigar según el Artículo III de la Constitución de los Estados Unidos. El juez señaló que a medida que las grandes interfaces de los modelos de lenguaje continúan evolucionando y la atribución y la trazabilidad del contenido se vuelven más complejas, es poco probable que la IA generativa pueda replicar el artículo original palabra por palabra. Por tanto, la afirmación del demandante parece aún más descabellada.
Además, el juez mencionó que la IA generativa genera contenido a través de información integral, en lugar de una simple repetición. Los demandantes no aportaron pruebas suficientes de que sus obras específicas fueran directamente infringidas, causando un daño identificable.
La decisión generó una preocupación generalizada en el campo de la IA porque reveló las dificultades que enfrenta la ley cuando se ocupa de la IA generada. Los tribunales tienen estándares de aplicación inconsistentes para la Sección 1202(b) de la DMCA. Algunos tribunales exigen pruebas de que el contenido infractor es completamente consistente con el trabajo original, mientras que otros tribunales permiten una interpretación más flexible.
La pérdida de Raw Story no es sólo una victoria para OpenAI, sino que también puede proporcionar una cierta base para el manejo de otros casos similares. Con el rápido desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial, cómo los creadores de contenido pueden garantizar que sus obras estén protegidas y reciban una compensación razonable se ha convertido en una cuestión urgente que debe resolverse.
La sentencia en este caso tiene un importante significado orientador para el futuro desarrollo de la inteligencia artificial y la protección de los derechos de autor, y también proporciona una referencia para la mejora de las leyes y regulaciones pertinentes. Cómo equilibrar el desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial y la protección de los derechos de propiedad intelectual será una cuestión importante que requerirá atención y debate continuos en el futuro. El editor de Downcodes seguirá prestando atención al progreso de estos casos y traerá informes más relevantes a los lectores.