El gobierno japonés está invirtiendo fuertemente en las industrias de chips y de inteligencia artificial para hacer frente a la competencia tecnológica global. Este año fiscal, se utilizará un presupuesto especial adicional de 1,5 billones de yenes (aproximadamente 9.900 millones de dólares estadounidenses) para investigación y desarrollo en campos tecnológicos de vanguardia, como chips de próxima generación y computadoras cuánticas, así como para apoyar la producción nacional de chips avanzados. . El editor de Downcodes explicará en detalle este diseño estratégico del gobierno japonés y el trascendental significado detrás de él.
El gobierno japonés está avanzando de manera enérgica y decidida en el diseño estratégico de las industrias de chips y de inteligencia artificial. Este año fiscal, el gobierno japonés añadirá un presupuesto especial adicional de 1,5 billones de yenes (aproximadamente 9.900 millones de dólares), destinado a campos tecnológicos de vanguardia como los chips de próxima generación y las computadoras cuánticas.
Este presupuesto se divide en dos partes importantes: 1,05 billones de yenes se utilizarán para la investigación y el desarrollo de chips y computadoras cuánticas de próxima generación, mientras que 471,4 mil millones de yenes se centrarán en apoyar la producción nacional de chips avanzados. La más destacada de ellas es la misión de lanzamiento a la luna de Rapidus, aunque aún no se ha determinado una cantidad de financiación específica.
Detrás de la medida de Japón hay una respuesta estratégica a la competencia tecnológica global. Japón está decidido a no quedarse atrás en el frenesí de inversión en alta tecnología liderado por China y Estados Unidos. Altos funcionarios del gobierno japonés creen que la tecnología de chips es la clave para desarrollar una inteligencia artificial excelente y mantener la seguridad nacional.
El primer ministro Fumio Kishida ha prometido invertir más de 10 billones de yenes para apoyar a las industrias de chips y de inteligencia artificial para el año fiscal 2030. Este no es sólo un plan de revitalización industrial, sino también una garantía estratégica para la seguridad económica nacional.
Si analizamos los últimos tres años, Japón ha invertido aproximadamente 4 billones de yenes en apoyo relacionado con los chips. Estos incluyen cooperar con TSMC para construir una fábrica en Kumamoto, apoyar a Micron Technology para expandir su línea de producción de DRAM en Hiroshima y asignar 920 mil millones de yenes para la fábrica de Rapidus en Hokkaido.
Vale la pena mencionar que Rapidus está tratando de construir capacidades líderes de fabricación de chips desde cero y planea lograr la producción en masa en 2027. Como proyecto que depende en gran medida del apoyo gubernamental, su desarrollo ha atraído mucha atención.
Además del campo de los chips, Japón también aprobó subsidios por valor de 101.700 millones de yenes para fortalecer la cadena de suministro nacional descentralizada de alta tecnología. Entre ellos, 705 mil millones de yenes se invertirán en la producción de obleas de carburo de silicio y chips de potencia para vehículos eléctricos.
Esta serie de acciones demuestra claramente la determinación de Japón en la competencia tecnológica global: remodelar su estatus internacional en los campos de los semiconductores y la inteligencia artificial a través de inversiones estratégicas sostenidas y a gran escala.
A través de enormes inversiones y diseño estratégico, Japón se esfuerza por ocupar un lugar en el campo de los chips y la inteligencia artificial, lo que no sólo está relacionado con su desarrollo económico, sino también con la seguridad nacional y la futura competitividad tecnológica. En el futuro, el desarrollo de Rapidus y el efecto de implementación de la estrategia tecnológica general de Japón merecen nuestra atención continua. El editor de Downcodes seguirá brindándole los últimos informes.