El editor de Downcodes lo llevará a prestar atención a las "aventuras" de la mansión de 27 millones de dólares del CEO de OpenAI, Sam Altman, en San Francisco. En lugar de ofrecer comodidad, la propiedad de lujo se ha visto envuelta en un litigio por graves problemas estructurales. Una fuga de la piscina infinita de la mansión causó daños al interior de la casa, una tubería de alcantarillado defectuosa se sumó al problema y el desarrollador ha sido acusado de tergiversar el estado de la propiedad. El incidente generó preocupaciones sobre la calidad de las propiedades de alto precio y las responsabilidades de los desarrolladores, y también agregó muchas sorpresas a la vida de lujo de Altman.
Recientemente, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman (Sam Altman), ha encontrado algunos problemas. En lugar de brindarle una vida cómoda, su mansión de 27 millones de dólares en San Francisco se ha convertido en fuente de muchos problemas. Ubicada en la prestigiosa Lombard Street, esta mansión de 9,500 pies cuadrados tiene vista a la ciudad y la bahía.
Lo más destacado de la mansión es una piscina infinita de cuatro lados que cuelga sobre el borde de la casa. Sin embargo, la piscina se convirtió en un gran problema. En agosto del año pasado, la piscina goteó, lo que provocó que la planta baja de la casa se inundara, el techo de yeso se derrumbara y apareciera moho generalizado. Según el equipo legal de Altman, el costo de reparar la piscina podría exceder los 4 millones de dólares.
Para empeorar las cosas, también hay un problema con las tuberías de alcantarillado de la mansión. Las líneas de alcantarillado de los baños desconectadas arrojaron aguas residuales sin tratar al suelo, múltiples líneas de riego con fugas y agua que se filtró a través de los tragaluces, alega la demanda. Estos problemas no sólo afectan la belleza de la mansión, sino que también pueden tener un impacto grave en el entorno de vida.
Esta no es la primera vez que Troon Pacific tiene problemas. En mayo, se ordenó a la empresa que pagara 50 millones de dólares a inversores después de que financiaran un proyecto de renovación de una vivienda en San Francisco que nunca se completó, mientras que la empresa supuestamente ganó millones con ello.
Por ahora, es posible que Altman tenga que lidiar con estos inconvenientes mientras avanza la demanda. Tal vez podría pedirle ayuda a ChatGPT con algunos problemas o, mejor aún, darle algunos consejos sobre cómo encontrar un nuevo lugar para vivir.
La experiencia de Altman nos recuerda una vez más que incluso las casas de lujo de alto precio pueden tener serios problemas de calidad. Los consumidores deben elegir con cuidado al comprar bienes inmuebles y realizar una investigación y protección legal adecuadas. El editor de Downcodes seguirá atento al desarrollo posterior del incidente.